Libros para colorear: ¿moda o práctica milenaria?

Imagen de Aline Ponce en Pixabay 

Hasta hace un tiempo era muy común escuchar frases como: respira profundo, cuenta hasta diez, toma un vaso de agua y cálmate. En cambio  hoy,  la tendencia que siguen muchos es recomendar: ve y pinta un mandala para que saques esa ira, o colorea dibujos para que dejes tanta ansiedad. 


Así que rellenar figuras, crear y dibujar en libros, dejó de ser un asunto de niños y hoy  muchos adultos salen del consultorio del psicólogo directamente a la librería a comprarse su libro de mandalas. 

Las instrucciones son simples. Escoger una postura cómoda, aislarse del resto del mundo, elegir un diseño y comenzar a pintar. Acompañar la sesión de pintura con música relajante también puede ser recomendable.

La tendencia cobró fuerza en Francia desde hace unos dos a tres años, aproximadamente, cuando las editoriales comenzaron a editar libros de colorear para adultos, como una forma de contrarrestar el estrés; a ello se fueron sumando más editoriales y varios autores empezaron a promover este tipo de contenido. 

La tendencia saltó al resto de Europa. Está en Reino Unido y también en España.  Así surge  'Coloréitor' (2016), dibujado por el humorista Forges, que invita a colorear pequeños monigotes característicos de este autor español;  y 'Rap Coloriages' (2014), creado por el rapero Bun B. 

Plaza y Janés ha lanzado una colección Arte Antiestrés, con títulos como 100 jardines para colorear o 100 láminas vintage para colorear, NB tiene Arte terapia – para desestresarte  y Larousse Arte-Terapia. Mandalas  o Arte-Terapia. Jardines Extraordinarios.

En Venezuela, la Editorial Planeta editó Mandalas y otros dibujos zen para colorear (2015). 

El boom de los libros de colorear es tal que ya existen grupos en Facebook de personas que se dan consejos sobre colorear y que comparten sus resultados.



Sobre ello, la reikista Patricia Pereira dice que “se trata de ejercicios que   permiten  una meditación activa que conecta el ser con sus hemisferios cerebrales, con su espiritualidad y creatividad. Ayudan al equilibrio emocional, espiritual, energético y físico”, explica.

En los adultos está de moda, agrega,  “puesto que nos hace activar nuestra espiritualidad, intuición, conexión con el ser interno y con el universo; permite que las personas se aquieten de tanto bullicio de afuera y vuelvan al centro. Pintar mandalas es una manera muy fácil de meditación. Volver al centro es el objetivo primordial de un mandala, el centro, podríamos decirlo, es el auto equilibrio o autocontrol de cada persona”. 

Sin embargo, no todos comparten esta visión, sobre todos quienes manejan paradigmas científicos, que ven la tendencia sólo como una moda.

Por ejemplo, Isabel Morales, psicóloga española, asegura en una entrevista que como técnica clínica no está demostrado que funcionen. 

"No siempre es fácil reconvertir lo antiguo. Tampoco suele ser divertido para un adulto encontrarse en la posición de un niño. Lo cierto es que pintar, relaja. Tomarse una infusión, también. Pero no hay una base científica que lo demuestre. Quizá pintar un mandala pueda ser considerado como técnica de relajación... pero ninguna de las cosas tiene base clínica ni científica", afirma.

No obstante, muchos afirman que sí existen estudios que comprueban la eficacia de colorear.  "Lo llaman arteterapia, pero el truco para que nos libre del estrés verdaderamente está en unirlo a la colorterapia: elegir la gama de colores dependiendo del resultado que quieras obtener cada día", señalan en la revista digital Vozpópuli.com.

Las estadísticas indican que el público que más los compra es el femenino, independientemente de su edad, pero los beneficios de colorear no entienden de sexos. 

"Si crees que la arteterapia no funciona, solo tienes que entrar en Internet para ver que los libros de colorear para adultos se encuentran entre las tendencias más vendidas en las librerías", afirman en la revista digital. 


Mandalas, culturas milenarias y nueva moda


“Mandala significa en idioma sánscrito rueda, círculo, redondo. Pero,  bajo el término se agrupan todas las figuras geométricas. También se le conoce como yantra o ruedas de la vida”. 

Los mandalas son parte de las prácticas y del arte milenario del budismo  y el hindusmo, aunque también están presentes en la mayoría de las culturas antiguas: en los aborígenes de América y en las cultura Azteca e Inca se observan en sus templos y pirámides.


Calendario Azteca

Incluso en el cristianismo se puede observar en las iglesias a través de la arquitectura, en los vitrales y sus colores. 



En las tradiciones espirituales, los mándalas se han usado para enfocar la atención de los aspirantes y adeptos, como herramienta de enseñanza espiritual para establecer un espacio sagrado, y como ayuda para la meditación y la iniciación al trance. 

Según David Fontana, su natural simbolismo puede ayudar a acceder progresivamente a niveles más profundos del inconsciente, fundamentalmente ayudando a quien medite a experimentar una sensación mística de unidad con la armonía del cosmos.

Estos usos de alguna forma se trasladan ahora a los libros de colorear para adultos, aún cuando no se busque alcanzar el mismo nivel de profundidad espiritual que un adepto o iniciado, pues con los libros o con el mero hecho de pintar, aun cuando no sean mandalas exactamente, se consigue que la intuición del que pinta se active, ayudándole a elegir el diseño idóneo para cada estado de ánimo y para cada asunto particular que trabajar.


Las ventajas 

Entre los beneficios de esta técnica, a la que recurren muchas personas, se halla el hecho de que  aporta  quietud a la mente, a lo cual se le puede llamar meditar o estar en soledad con uno mismo. 

"Escucharnos, proporciona calma, baja los niveles de ansiedad, ayuda a potenciar estados positivos, como  alegría, paz, tranquilidad, creatividad, seguridad, belleza,  menguando los estados negativos del ser...  Cuando se dibuja y se pinta o se rellenan imágenes con colores, activamos todos esos tonos en el cuerpo energético y en los chakras y se alimenta así nuestra energía con la vibración de dichos tonos", expone la reikista Pereira.


A nivel terapéutico también se recomiendan los mandalas para aquietar o mermar lo que se tiene desbordado o exaltado en desproporción, como la ansiedad, el estrés, la rabia. En este caso se dibujan mandalas concéntricos, que inicien de afuera hacia adentro, que ayudan a sacar de lo profundo actitudes y emociones, como la timidez, el miedo o un duelo.


Significados de las formas y los colores

Teóricamente relacionados con los estados de ánimo, lo cierto es que los colores, como en las figuras Gestalt, son el 50% de un mandala, mientras la otra mitad la componen las formas. Todos tienen sus significados. 

Círculo: lo absoluto, el movimiento, prosperidad, unión. Conecta con el ser interno (de ahí que casi todos los mandalas son redondos, es la figura más común).

Cuadrado: equilibrio y estabilidad, orden, protección. (El cuadrado se pinta a veces cubriendo el redondo, técnica muy hindú y budista).

Triángulo: relacionado con el agua, la transformación, la vitalidad. Representa los cambios en la parte espiritual.

Espiral, caracoles: energías curativas y de mucha espiritualidad.

Cruz: símbolo de decisiones, se relaciona con los puntos cardinales.

Corazón: felicidad, amor, unión.

Estrella: relacionado con la libertad, la espiritualidad, los elementos del universo, el cuerpo humano.

Mariposa: Tiene que ver con  la transformación, la muerte (morir a procesos, no una muerte física) y la auto renovación del alma.

Laberinto: confusión, auto-reflexión y la búsqueda del centro de uno mismo.


En cuanto  los tonos los significados son los siguientes: 

Rojo:   vitalidad, prosperidad, amor, protección, sexualidad.

Naranja:   creatividad, fecundidad, maternidad, sexualidad, energía femenina, vitalidad.

Amarillo:  fortaleza, digestión, capacidad de digerir emociones estancadas, sanación de la culpa, del miedo.

Verde y rosado:  amor propio, amor hacia las demás personas, sanación de emociones en general.

Morado, lila, violeta, púrpura:  energía de sanación espiritual y energética, elevación del espíritu, capacidad de hablar coherentemente.

Azul, turquesa:  conexión espiritual muy alta, búsqueda de uno mismo, conexión con Dios y seres de Luz.

Blanco:  la comunión de todos los colores, espiritualidad.


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Fuentes consultadas:
https://www.gonzoo.com/
http://www.viajeporindia.com/
http://www.elpais.com.co/
http://www.libropatas.com/
http://www.vozpopuli.com





Glenda González 
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